Las recetas culinarias han embriagado los paladares del mundo, siendo protagonistas no solo de la cocina sino también de millones de páginas de libros, que las han perpetuado y traspasado de generación en generación manteniendo la herencia cultural de vastas regiones del planeta; también la narrativa en otro plano cultural lo ha hecho, combinándose imperceptiblemente en las explicaciones paso a paso de cómo preparar los platos descritos por la primera. Sin embargo, aunque juntos y a veces revueltos han llegado a los lectores, nunca han tenido una indicación precisa en cuanto el grado de mezcla de ambos. Por lo tanto, para darle características literarias a ese cúmulo de conocimientos que engloba una sencilla receta de cocina, he adoptado como subgénero la palabra Recelato, para definir una composición con características precisas que lleve al lector la información narrada no solo del plato culinario en si, sino también de su historia e igualmente, a través del arte de la narrativa, incluso se hilvanen pequeños relatos que tengan asociación con la preparación de la misma. No debemos confundir esto con cuentos sobre rectas o recetas tipo cuento. Los Recelatos son un hibrido de recetas= Rece y Relatos= lato, con una mezcla homogénea donde es imprescindible que aparezcan los ingredientes del plato referido, la explicación paso a paso para la preparación de este, el marco histórico del mismo, el cual se nutre con la tradición y diversidad y opcionalmente los cuentos, todo esto narrado utilizando el lenguaje literario para eso. La extensión va desde pocas líneas hasta libros completos y es una manera sencilla de perpetuar literariamente la tradición culinaria.